Hace muchos meses, 20 cuadros increíbles entraron en mi "Aula-taller" el día 1 de septiembre de 2012. Esos cuadros bonitos, llenos de color, textura y sentido. Aquellos que debíamos moldear, pincelar, acompañar, dar matiz para que fueran únicos, especiales y con una impronta singular. Esos 20 cuadros hoy tomaron forma, sentido y valor. Ese valor que los que acompañamos en ese camino no olvidaremos nunca. Todos los años no jugaremos a ser obras de arte, ni a descubrir el aula pensando que soy un gran artista como el gran Picasso, el cual junto a mis dos cootutoras, nos pasamos días y horas reflexionando o cuestionándonos, cómo y qué mejorar o cambiar para que día a día esos cuadros luzcan y cojan ese sentido que sabemos que son capaz de alcanzar.
Un curso duro, sufrido, de mucho trabajo, pero sin duda gratificante y nunca lo olvidaré.
Gracias a mis compañeras, y directora por permitirme construirme como tutor y docente.
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